¿Recuerdan
Debacle en un dpto de marketing, el post en el que esta blogger expresaba su desconcierto ante las exóticas estrategias comunicacionales de
Givenchy? Pues bien, este nuevo capítulo de la saga iba a titularse, les juro,
Nobleza obliga (
II, en referencia al
post anterior), y tendría por misión reconocer que la marca había levantado la puntería con su última campaña. Juzguen uds. mism@s la gráfica de la fragancia
Véry Irresistible Electric Rose:
Liv luce por cierto mucho mejor. No se destaca su único defecto y, a diferencia de intentos anteriores, la imagen no insinúa que para dar rebelde y desafiante hay que dejar de bañarse. Hasta puede que, viendo esta publicidad, a una le den ganas de probar la fragancia y todo. Y acá se terminaba el post, juro nuevamente, cuando de improviso llegó septiembre, desembarcaron las colecciones de primavera, y me topé con la gráfica de
Instant Bucolique:
Googleen
"campiña francesa". Lindo ¿no?, y verde, no como ese yuyal al costado de la vía donde sacaron esta foto. Eso, señores, de bucólico no tiene un pelo, es un baldío de los que encontraríamos cada tantas cuadras si no hubiesen construido edificios de veinte pisos en todos. Y eso sin mencionar las flores de tus pesadillas que brotan sin orden y concierto del yuyerío. Todos tenemos una tía que hace flores artificiales horrorosas más lindas que esas.
Reitero que nada tengo contra los productos de
Givenchy, de los que disfruto. Y por supuesto que quiero ese labial rojo.Ni siquiera objeto la extraña profundidad marrón hasta las cejas que no le sentaría bien ni a la
Venus de Milo, porque es una licencia creativa y no un propuesta real.Tampoco me parece mal que una marca opte por una estética jugada y radical. Pero o ando yo muy errada o la finalidad de estas piezas publicitarias es la de interesarnos por el producto, y no la de encendernos el deseo de tomar a golpes de puño al equipo de marketing en pleno. Por lo menos conmigo, fallan.
¿Ustedes qué opinan?